• Las personas que ostentan algún cargo de elección popular, son privilegiadas porque el electorado volvió a confiar en ellas y en las siglas partidistas.

El Partido Revolucionario Institucional cumple un año más, y como en los recientes aniversarios, sus detractores le extienden, una vez más el acta de defunción.

Estos 93 años de vida del PRI sirven para reflexionar, y más en estos tiempos; hay que repensar el papel que le corresponde a este Instituto político en el presente y en el futuro de México sin perder de vista la autocrítica y los actos cometidos en contra de la confianza de las ciudadanas y ciudadanos.

La personas que hoy ostentan algún cargo de elección popular son las primeras obligadas a hacer esta reflexión, pensar que son privilegiadas porque el electorado volvió a confiar en ellas, en las siglas del partido y que no solamente va en juego su prestigio, sino el crédito que aún le queda al tricolor, a los priístas.

Negar que el país actualmente va a la deriva, que está al borde del precipicio y que corre velozmente al abismo, es porque se está muy cerca de la 4T, porque se es beneficiario de algún programa social del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, o porque aún se cree en el liderazgo mesiánico que en los hechos ha fracasado.

López Obrador puede gobernar con las políticas públicas que según crea él son efectivas, puede ejercer el poder según la ideología política que profese, para eso ganó y la responsabilidad de como va el país es únicamente suya. En ambos casos, la historia, la realidad y los datos duros y científicos lo juzgarán, y con toda seguridad, lo van a contradecir.

Lo que sí nos permitimos juzgar desde ahora, son sus continuos y sonoros casos de corrupción, cada semana se le descubre uno. López Obrador no sólo tiene un hermano incómodo, tiene dos, más un hijo (por ahora), que le ha resultado más que incómodo; tiene también en sus cercanos, más personajes incómodos.

Por ello, en estos 93 años del PRI, es que sostengo, que es por López Obrador que al Revolucionario Institucional no se le dará el acta de defunción; él tiene razón, no somos iguales, y es que cada vez que el sexenio va transcurriendo, se demuestra que él es peor. Cada vez que desde Palacio Nacional se recuerda el pasado para tapar y justificar la corrupción y las torpezas de hoy, cada vez que desde Palacio Nacional se indignan por la exigencia de cuentas que se le pide, y prefiere insultar antes de cumplir con este mandato democrático; cada vez que desde Palacio Nacional se ataca, se ofende a todo aquel o aquella que discrepa; cada vez que López Obrador hace esto, ratifico mi militancia en el PRI, y sé perfectamente que ha habido personajes que lo han manchado (pero nadie como Andrés Manuel), y en tiendo que, para el México moderno que la mayoría de las mexicanas y mexicanos queremos, el Partido Revolucionario institucional tiene mucho que aportar.

ADRIÁN MARTÍN PINEDA SELVAS
Secretario de Asuntos de las Personas con Discapacidad
CDE DEL PRI Veracruz

Este texto presenta la opinión y punto de vista personal de quien la escribe.