AMLO y su tarea fallida contra la corrupción – Opinión de Martín Pineda Selvas
Por Adrián Martín Pineda Selvas/Opinión
Secretario de Atención a Personas con Discapacidad del CDE PRI Veracruz
Xalapa, Ver. 30 de marzo del 2022. Como es bien sabido, poner fin a la corrupción e impunidad dentro del Gobierno Federal, fue el eje de las promesas de López Obrador, el candidato. Esa fue su bandera, terminar de una vez por todas con la visión patrimonialista con que se administran los recursos públicos. Sí, era cancelar desde ya, los grandes negocios que, desde posiciones de poder, se acostumbran a hacer. Sin embargo, a esas promesas, desde Palacio Nacional no solamente las han olvidado, sino que además, las han traicionado.
El golpe asestado por el tabasqueño que habita Palacio Nacional, en contra del Sistema Nacional Anticorrupción, que apenas germinaba, y que, entre los requisitos principales promovía, que, los servidores públicos, además de rendir su Declaración Patrimonial, obligaba a éstos, a declarar sus impuestos, así como los posibles conflictos de intereses que pudiesen tener, fue brutal, digno de quien piensa, “ahora me toca a mí y a los míos hacer los negocios de las grandes ligas.”
Desde su campaña presidencial, López Obrador pintó su raya de las instituciones mexicanas, incluso de aquellas que estaban o estarían abocadas a luchar contra la corrupción y la impunidad. Decía, en ese entonces, que, bastaba su conducta individual como un presidente de México honesto, para que todo funcionario, y sobre todo sus cercanos, se desempeñaran con honestidad.
Igual a su rotundo fracaso en materia de seguridad con sus abrazos y no balazos, es su ejemplo de presidente honesto, entre sus «Apósteles». También es esto su fracaso mayúsculo, absoluto.
El aludido Sistema Nacional Anticorrupción, desahuciado por López Obrador, que, como ya señalé, exigía 3 declaraciones de los servidores públicos, pero además, con la punta de lanza necesaria para que se lograra cero corrupción en la Administración Pública Federal, era construir una Fiscalía verdaderamente autónoma, pero no se logró, y hoy día la Fiscalía de la República es una instancia más de Palacio Nacional. De la llamada Fiscalía carnal que se le impidió a Peña Nieto, gracias a voces de la sociedad civil, con un movimiento denominado, Fiscalía que Sirva, se dio paso a la Fiscalía camarada de López Obrador, y personificada en el perverso Gertz Manero.
Y es que, la Fiscalía de Gertz Manero, en lo que va del sexenio de López Obrador, se ha convertido en el despacho jurídico del líder de la 4T, y en la instancia jurídica, donde el Fiscal es el litigante estrella de sus asuntos particulares e inventa delitos para consumar venganza personales.
Estas últimas semanas han sido particularmente escandalosas en asuntos de corrupción para López Obrador. En su aeropuerto recién inaugurado, la Auditoría Superior de la Federación, detectó, que, 60 mil millones de pesos están perdidos, sin aclarar; además, hace apenas unas horas, el Portal Entérate MX dio a conocer que, en la construcción del mencionado aeropuerto, que, como ya sabemos, lo hizo el Ejército Mexicano, la cúpula militar pidió el “moche patrio” de 3%, para entregar contratos de construcción y compra de equipos“, confiesa el general Vallejo… López Obrador, se entera y sonríe ante la extorsión”; más la noticia de que, en la Refinería Dos Bocas, el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, así como en los programas sociales, como Sembrando Vida, se han desviado miles de millones de pesos.
Otra mala noticia en materia de corrupción para aquel que se presumía que terminaría con ella, es la que difundió Jaime Chávez, director de Políticas para Latinoamérica del Vance Center, quien dijo que la calificación para México era de 5.64 sobre 10 posibles, y agregó, “pese a contar con la mejor legislación en América Latina para combatir la corrupción, México ha retrocedido en la lucha contra este fenómeno debido al debilitamiento de las instituciones encargadas de aplicar la ley…”.
Y por último, la noticia que le da en el corazón de la 4T, es el grotesco escándalo entre sus cercanos, Alejandro Gertz Manero, Olga Sánchez Cordero y Julio Scherer Ibarra. Es un asunto no menor, ya que se trata de una funcionaria y funcionarios que desempeñan un rol estratégico, central en el gobierno de la 4T. Ella y ellos están en una trama de espionaje, chantaje, corrupción, de estirar y encoger la ley según les convenga; son los abogados “coyotes institucionales” del sistema… son personajes muy cercanos a López Obrador, en donde la aludida y aludidos hacen caso omiso a “la conducta honesta y honrada del Presidente”.
A pesar de estos temas escabrosos para al señor de Palacio Nacional, que los evade, hay más casos de corrupción. Por lo regular, cada semana se conoce un tema de corrupción entre quienes están en la 4T. Pero uno en particular es el que tiene más relevancia, irrita y le duele al inquilino de Palacio Nacional, porque le dio no solamente en la línea de flotación de la llamada 4T, sino que, además, le pegó contundentemente en la línea consanguínea directa del mismísimo López Obrador y que es conocido como “la casa gris.”
Juan Ramón López Beltrán, primogénito de Obrador y quien vive en una mansión en Houston, dio piruetas junto con su padre para explicar y nunca lograron explicar, cómo es que logró obtener y vivir en dicha mansión. La explicación es sencilla: el verdadero dueño de la casa gris es el empresario Daniel Chávez Moran, de la empresa VIDANTA, la cual es la consentida de AMLO.
Volviendo a la Fiscalía de la República. Ésta, era la joya de la corona promovida desde la sociedad civil, conocida como Fiscalía que Sirva y pertenecía al Sistema Nacional Anticorrupción, y el Todo Poderoso la deformó y por designios de él, de Andrés Manuel López Obrador, dicha Fiscalía le fue encomendada a un personaje, que, en los hechos ha demostrado que no tiene honra ni honestidad: Alejandro Gertz Manero. Desde su posición de Poder, Manero maniobró para que, a la mala, la comunidad académica lo aceptara como uno de los suyos, cuando en verdad, no tenía las credenciales; basta decir que, hizo plagio en su examen profesional.
Y cómo olvidar cuando el Fiscal de la República se presentó en una mañanera, a entregar en propia mano del señor del Palacio Nacional, un cheque por 2 mil millones de pesos, obtenidos, según él, de su combate a la corrupción por temas del INFONAVIT. Después salió a la luz pública, que, ese cheque no tenía fondos… y aquí la pregunta es, López Obrador fue engañado o fue partícipe del engaño. Por la reacción que tuvo después de que este hecho se hizo público, puedo presumir, que, el tabasqueño no fue engañado, participó en el engaño, también él engañaba.